La aventura solidaria de nuestros estudiantes: Desde la Edad Media hasta el corazón

En el colegio San Cristóbal, la educación trasciende los límites de las aulas y los libros de texto. Aquí, creemos firmemente que aprender es un viaje que combina conocimiento, creatividad y solidaridad. Una muestra clara de este enfoque se vivió recientemente en nuestro centro, donde los alumnos de 5º de primaria llevaron a cabo un proyecto que fusiona historia, arte y solidaridad.

Como cierre de su unidad de indagación "En tiempo de dragones" bajo el tema central ¿Cómo nos organizamos?, nuestros jóvenes estudiantes se sumergieron en una experiencia educativa única. Durante esta jornada, se convirtieron en artesanos de la Edad Media, reviviendo una época donde el trabajo manual era el pilar de la economía y la cultura.

Esta aventura en el tiempo tenía un objetivo muy especial: elaborar pulseras de macramé, una técnica de tejido que ha sobrevivido a través de los siglos, para realizar una venta cuyo fin último era recaudar fondos para una noble causa. Los beneficios obtenidos serían destinados a la asociación Síndrome de Rett, contribuyendo así al estudio e investigación de esta enfermedad.

El proyecto comenzó con una inmersión profunda en el mundo medieval. Nuestros estudiantes exploraron cómo vivían las personas en aquella época, cuáles eran sus ocupaciones diarias y cómo la artesanía formaba una parte esencial de su vida cotidiana. Este viaje al pasado no solo fue una lección de historia, sino también una oportunidad para desarrollar habilidades prácticas y valores como la paciencia, la dedicación y la atención al detalle.

La elección del macramé como actividad central no fue casualidad. Esta técnica, que implica el uso de nudos para crear patrones y diseños, requería de los estudiantes precisión, creatividad y colaboración. Estas habilidades son fundamentales en nuestra metodología educativa, donde promovemos un aprendizaje basado en proyectos que conectan diversas áreas del conocimiento.

La segunda fase del proyecto se centró en la conciencia social. En San Cristóbal, inculcamos en nuestros alumnos el valor de la solidaridad y la importancia de contribuir al bienestar común. A través de la venta de las pulseras, los estudiantes no solo practicaron habilidades de emprendimiento y economía, sino que también experimentaron la satisfacción de ayudar a los demás.

La elección de la asociación Síndrome de Rett para esta iniciativa fue un paso más en nuestro compromiso con la inclusión y el apoyo a la diversidad. Esta rara enfermedad neurológica afecta principalmente a niñas y mujeres, y aún requiere de mucha investigación y recursos para su tratamiento y comprensión.

El éxito del proyecto fue palpable no solo en la cantidad recaudada, sino también en el impacto que tuvo en nuestros estudiantes. Ellos aprendieron sobre responsabilidad social, trabajo en equipo, empatía y solidaridad. Este tipo de experiencias son las que marcan la diferencia en la formación integral de nuestros alumnos, preparándolos para ser ciudadanos conscientes y comprometidos con su comunidad y el mundo.