Chupete, ¿sí o no? ¿es bueno para el bebé?

El chupete suele ser uno de los objetos más valiosos de nuestros hijos en sus primeros años de vida, pero en ocasiones nos surgen dudas... ¿es realmente necesario? ¿debería promover su uso o más bien controlarlo? ¿a qué edad es bueno dejarlo? Hay mucha controversia sobre estos temas, vamos a intentar dar un poco de luz al respecto.

El motivo más importante para la utilización del chupete es que los padres o cuidadores principales quieran dárselo y no se dejen coaccionar por opiniones de personas cercanas, en caso de duda siempre se debe consultar a un profesional para que pueda llevar a cabo una valoración personalizada de lo que es más adecuado para nuestro hijo.

Hay estudios que inciden en los beneficios del chupete en los primeros meses de vida, puede ayudar al al bebe a dormir mejor, contribuye a calmar el llanto por su efecto analgésico, y además, ayuda a los bebes que no pueden tomar el pecho materno a tranquilizarse, los especialistas denominan a esta acción succión no nutritiva, en las plantas neonatos de los hospitales se les suele ofrecer como método para calmarles y darles una sensación de contacto y seguridad.

La política de la Academia Americana de Odontopediatras considera la succión no nutritiva (dedos o chupete) como una conducta normal entre los niños más pequeños, lo que se sigue asociando a esa necesidad de percibir seguridad y contacto. Normalmente, los niños que utilizan el chupete en lugar del dedo tienen más facilidad para suspender dicha conducta.

Es muy importante no ofrecer el chupete durante los primeros días de vida y esperar a que la lactancia materna este bien instaurada, ya que se ha observado que el uso de chupete de una manera precoz puede afectar en la implantación del hábito de mamar, no hay estudios que corroboren que afecta a la duración de esta, pero si en el inicio del proceso. Se sigue recomendando retirar el chupete hacia el año debido a que a largo plazo y en casos de uso muy intensivo puede producir problemas como alteraciones en el desarrollo de la boca y los dientes, y dificultar o retrasar el desarrollo del lenguaje.

Actualmente, la evidencia disponible muestra que la asociación del chupete y maloclusión se presenta en los casos donde hubo un uso prolongado de este (niños mayores de 3 años). Los estudios muestran que es muy poco probable que el uso del chupete cause problemas a largo plazo, siempre que este se suspenda ante de los tres años. Debemos tener en cuenta que cuando mayor sea la edad del menor, mayor sera la dificultad en el proceso de retirada del mismo.

En conclusión, y a modo de resumen, resulta muy importante considerar la preferencia de los padres en este aspecto, la edad y las características individuales del niño, recordando no introducirlo antes de que la lactancia esté bien consolidada y recomendando su suspensión antes de los 3 años.

María Martínez Hernández
Departamento de Orientación Escolar de Colegio San Cristóbal.